Los programas educativos del Centro Bach celebran su aniversario a principios del próximo mes: celebramos 33 años del primer curso para Practitioners, precisamente el 3 de septiembre de 1991.
Lyon Whyte BFRP fue estudiante en ese primer curso y desde entonces forma parte del Registro del Centro Bach.
“Me sentía muy emocionada por asistir”, nos contó Lyon. “Descubrí los pequeños frascos marrones, llenos de milagros, sólo una semana antes, cuando me encontraba visitando a mis padres y acompañándoles a alimentar los gatos de un vecino. Los frascos los vi en la estantería del vecino y me sentí atraída por ellos.
“Llamé a Mount Vernon y me informaron que estaban a punto de lanzar el primer curso presencial. Para mi significaba emprender un largo viaje, ya que vivía en Gales en ese momento. ¡Pero tenía una misión y no iba a dejar que nada se interpusiese en mi camino!”
Lyon rápidamente se sintió como en casa en el Centro Bach. “Fueron unos días hermosos. Recuerdo a John y a Judy como muy cercanos y se respiraba paz en su presencia.
“El esposo de Judy, Keith, nos habló sobre las flores y las plantas en el jardín. Fue maravilloso poder ver los muebles que el propio Dr. Bach había hecho y ver algunas de las tinturas originales; “toda esta experiencia fue y sigue siendo muy especial para mí”.
Lyon ha encontrado muchas oportunidades para poner en práctica lo aprendido en aquel entonces.
“Fue bastante curioso haberlas descubierto a través de mi madre, porque estuve tratándola durante diez años en su lucha contra el Alzheimer. Incluso, cuando se había sumido muy profundamente en la enfermedad, no pudiendo ya hablar ni reconocer a nadie mas que a mí, seguía buscando su pequeño frasquito. Sabía, inconscientemente, que los remedios le ayudaban aportándole tranquilidad.
“He seguido utilizando los remedios con animales, obteniendo grandes resultados, que no sólo han cambiado la vida de las mascotas sino también de sus dueños.
“Siempre me sentiré agradecida por la decisión que tomé; no sólo de acompañar a mi madre y de ayudarla a alimentar a los gatos del vecino, sino del interés que despertó en mi y de haber acudido al Centro Bach para formarme, ayudándome no sólo a mi misma sino a mi madre y, por supuesto, a las muchas personas con las que he podido compartir este descubrimiento para ayudarles a facilitarles el camino.
“¡Hubo mucha sincronía en ese entonces y la sigue habiendo hoy en día!”