¿El Centro Bach no convierte al Dr. Bach como una especie de dios, como si fuera el objeto de un culto?

¡Absolutamente no! El Dr. Bach no era más divino que el resto de nosotros. Era un ser humano, con defectos humanos (era un adicto al trabajo, fracasó en sus matrimonios, a veces con mal genio) y cualidades humanas (valor, perseverante, desinteresado).

Era un gran maestro y encontró un don preciado que compartió con otros, pero de hecho eso no lo hace más que humano. Tendemos a pensar que ‘sólo humano’ es suficiente!