El Dr. Bach hizo su sistema tan simple y fácil como pudo. La razón fue porque quería que lo usaran todas las personas, independientemente de su estilo de vida y costumbres, como un medio para curarse a sí mismos.
Cuando un profesional usa la técnica básica de consulta para seleccionar los remedios -que significa escuchar lo que tenga que decir el cliente- la gente puede entender lo que hace. Una vez que el cliente entiende que los remedios se escogen en base a cómo se siente y del tipo de persona que es, entonces podrá continuar tratándose él mismo en el futuro.
La situación varía cuando se utiliza la radiestesia, kiniesología o cualquier otro tipo de selección mecánica o intuitiva. Mucha gente desconoce cómo usar la radiestesia o la kiniesología, de tal manera que se ven obligados a regresar con el profesional cada vez que quieren seleccionar un remedio. Nunca se encuentran en la posición de ayudarse a si mismos.
Y si la radiestesia o con lo que usted esté trabajando funciona, va a ir directamente al corazón del problema antes de que el cliente se encuentre preparado para llegar tan lejos. Esto quiere decir que el conocimiento de si mismo, que es uno de los objetivos del tratamiento con los remedios, nunca se llega a conseguir adecuadamente.
Para nosotros, el tratamiento debería ir al ritmo del cliente, no del profesional, y es por esto que todos los practitioners registrados con el Centro han firmado un Código de Práctica que los compromete a seleccionar los remedios aplicando las técnicas clásicas de entrevista que prefirió el Dr. Bach.